"PODEMOS SONAR, PODEMOS SANAR" está dirigido a todo tipo de personas con la inquietud y la necesidad de compartir, explorar, y experimentar colectivamente un proceso de re-conexión con la unidad cuerpo-mente-espíritu a través de la musicalidad. Emprendemos un viaje aquí y ahora, hacia el re-encuentro de nuestra voz esencial.
Desde el inicio de los tiempos, el ser humano desarrolló naturalmente su capacidad de fonación en completa interacción e integración con la naturaleza, utilizando su voz para sobrevivir y comunicarse entorno a su ecosistema. Dentro de su ámbito cotidiano, en vinculación con otros seres, surge la necesidad genuina de expresarse, abriendo paso a esta búsqueda incesante de identidad.
CANTAR, jugar, expresarnos creativamente, eleva nuestra vibración de energía, trayéndonos bienestar a nuestros cuerpos físico, mental y emocional.
TODOS PODEMOS CANTAR. Es mediante la acción, la aceptación y la meditación del ser y estar, simple y sincero, que nos re-encuentran la información y la técnica necesarias para la correcta manifestación de la presencia. Es a través de la propia experiencia y necesidad que se crea una técnica eficiente. Re-colectar el canto del viento es practicar la fe, el coraje y la voluntad del movimiento: del silencio nace el sonido. El vacío que recepta la forma de la CONCIENCIA como el hueco que aloja y amplifica una frecuencia.
RESONANDO el latido de nuestro corazón es que ESCUCHAMOS y cantamos la voz que nos une, hombre-cielo-tierra, en amor y verdad.
TODOS NOSOTROS SOMOS canales de creatividad potencialmente infinitos. Nuestro trabajo hoy día es trabajar por recuperar nuestra capacidad completa: el DON de fluir con la energía universal o divinidad.
EL CANTO es uno de los canales de diálogo más directos con la divinidad. Haciendo uso de nuestra intensión, en principio, ya estamos caminando hacia la transformación de la materia y el espíritu.
HOY podemos re-conocernos en nuestra absoluta capacidad de crear. Ampliar nuestros horizontes de percepción e información, profundizar nuestra búsqueda y desprendimiento: modificar viejos patrones de interferencia para dejar que entre el viento, y cante, con nosotros, ofrenda del universo.
SI LA VIBRACIÓN de un cuerpo en el espacio es capaz de modificar la materia, es posible focalizar nuestra búsqueda de sonido en servicio de nuestro desarrollo personal, encausándonos naturalmente en una auto-sanación, física y espiritual.
Desde el inicio de los tiempos, el ser humano desarrolló naturalmente su capacidad de fonación en completa interacción e integración con la naturaleza, utilizando su voz para sobrevivir y comunicarse entorno a su ecosistema. Dentro de su ámbito cotidiano, en vinculación con otros seres, surge la necesidad genuina de expresarse, abriendo paso a esta búsqueda incesante de identidad.
CANTAR, jugar, expresarnos creativamente, eleva nuestra vibración de energía, trayéndonos bienestar a nuestros cuerpos físico, mental y emocional.
TODOS PODEMOS CANTAR. Es mediante la acción, la aceptación y la meditación del ser y estar, simple y sincero, que nos re-encuentran la información y la técnica necesarias para la correcta manifestación de la presencia. Es a través de la propia experiencia y necesidad que se crea una técnica eficiente. Re-colectar el canto del viento es practicar la fe, el coraje y la voluntad del movimiento: del silencio nace el sonido. El vacío que recepta la forma de la CONCIENCIA como el hueco que aloja y amplifica una frecuencia.
RESONANDO el latido de nuestro corazón es que ESCUCHAMOS y cantamos la voz que nos une, hombre-cielo-tierra, en amor y verdad.
TODOS NOSOTROS SOMOS canales de creatividad potencialmente infinitos. Nuestro trabajo hoy día es trabajar por recuperar nuestra capacidad completa: el DON de fluir con la energía universal o divinidad.
EL CANTO es uno de los canales de diálogo más directos con la divinidad. Haciendo uso de nuestra intensión, en principio, ya estamos caminando hacia la transformación de la materia y el espíritu.
HOY podemos re-conocernos en nuestra absoluta capacidad de crear. Ampliar nuestros horizontes de percepción e información, profundizar nuestra búsqueda y desprendimiento: modificar viejos patrones de interferencia para dejar que entre el viento, y cante, con nosotros, ofrenda del universo.
SI LA VIBRACIÓN de un cuerpo en el espacio es capaz de modificar la materia, es posible focalizar nuestra búsqueda de sonido en servicio de nuestro desarrollo personal, encausándonos naturalmente en una auto-sanación, física y espiritual.
HOY, DESPERTAMOS NUESTRA CONCIENCIA.
TODOS PODEMOS CANTAR;
PODEMOS SONAR, PODEMOS SANAR.
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::GRACIAS::